Nacida en 1921 en Dionisia, Buenos Aires, llegó junto a su familia a la villa cuando se fundó el ex Casino Dos Venados.

A Electra Ramona Tabarrozzi la conocen desde siempre como "Oro". Vive en el barrio 140 y este 20 de marzo celebra, como muy pocas personas, sus 102 años. Su familia esta noche la homenajea de la manera que a ella más le gusta: con una cena y juntada en donde seguramente no faltará lo que más ama, la música. 

Nacida en 1921, en Dionisia, un pequeño pueblo ubicado muy cerca de Mar del Plata, llegó a Villa de Merlo cuando a su marido, Juan Carlos Rómulo "Pocho", le surgió venir a trabajar al Casino Dos Venados, que estaba a punto de fundarse, hace casi 60 años. 

En su casa, junto a su hija Norma, recibe a El Corredor Noticias. Rompen con los quehaceres previos al festejo y destinan unos minutos de su tiempo para contar fragmentos de la historia de quien hoy se convierte en la mujer más longeva de Merlo. 

Norma habla por ella porque le cuesta hacerse entender. Sin embargo, los embates de la edad, no impiden que "Oro" siga viéndose coqueta. Su hija cuenta que nunca le gustó vestirse ni de negro ni de gris, tampoco quiso llegar con batones a edad madura, muestras de que envejecer no significa perder el estilo. Lleva aros del color de su sobrenombre, un enorme collar de piedras, una blusa con brillos color caqui y una capa haciendo juego, lista para la fiesta. 

"Oro" llegó a Merlo en la década del '60 junto a su marido, Juan Carlos, con quien se casó en mayo de 1947, y sus hijos. 

"Me gusta la joda. Soy una persona divertida, me gusta la alegría", repite Electra. Su hija explica que siempre le gustó cantar, bailar, todo lo referido al arte. De hecho, en la vivienda hay varios cuadros pintados por ella; uno de ellos en honor a su marido, fallecido hace diez años y con quien tuvo dos hijas, Norma y Silvia, y un hijo, Carlos, igual que su papá. No obstante, nunca trabajó de eso. Los tiempos eran otros, por lo que se dedicó a ser ama de casa.

Eso, según señala la hija, no significó que "Oro" no disfrutara la vida. Su hija comenta que en la casa siempre había alguna juntada, una guitarreada. 

Tres generaciones. Oro junto a su hija Norma y su nieto Esteban.

Norma también cuenta que "Oro" siempre fue compinche de sus nietos Esteban, Alejandro y Nicolás, así como siempre recibe el cariño de sus tres bisnietos, Yana, Melina y Santino. Esa descendencia es fruto de un amor nacido allá, en diciembre del '43, durante un picnic en Mar del Plata, que terminó consumándose casi cuatro años después con ceremonia, fiesta y una pareja que en todas las fotos irradió felicidad.

 (El Corredor Noticias)