“AHORA PODREMOS MANTENERNOS EN EL RUBRO, ¡AÚN HAY MUCHA TELA PARA CORTAR!”

LIA Confecciones, es otro de los emprendimientos que recibieron apoyo de parte del programa Banco de Maquinarias. Ana Navarro, responsable del proyecto, tiene una amplia experiencia como costurera y hace ocho años se lanzó al rubro textil junto a Leandro Muñoz.

27 emprendedores recibieron máquinas y herramientas para consolidar sus proyectos productivos. Gracias al Programa Banco de Maquinarias, Herramientas y Materiales para la Emergencia Social, que la Municipalidad articula con el Estado nacional, 65 familias de la ciudad podrán mejorar sus ingresos y lograr una mejor calidad de vida.

Hace ocho años atrás, LIA Confecciones aún no existía como tal ya que todo comenzó con la realización de bolsitos hechos a mano, que con mucho esfuerzo y dedicación de parte de Ana Navarro, se convirtió en un emprendimiento del rubro textil con el incremento de nuevos clientes que fueron en búsqueda de la amplia experiencia como costurera de Ana, quién desde hace años que se dedica a realizar arreglos en general y a la confección de diversas prendas, incluida la alta costura y la tapicería.

LIA se conforma por Ana y por Leandro Muñoz, ambos se conocen desde hace casi diez años y juntos tienen la proyección de realizar nuevas prendas con mejores terminaciones, idea que se podrá materializar gracias al apoyo del programa que en este caso recibió una máquina industrial overlock. “Tiempo atrás, con mucho esfuerzo logré tener una máquina que con el tiempo se rompióahora gracias a la Municipalidad avanzaremos más”, comentó Ana.

“Ahora podremos mantenernos en el rubro ¡aún hay mucha tela para cortar!”, opinó Leandro, con los ojos cargados de expectativa. La pareja tiene su emprendimiento en un puesto artesano de la Plaza Pringles, dónde vecinas y vecinos podrán adquirir además de prendas de ropa, pilusos, barbijos, riñoneras, accesorios para el pelo. La página actual de Instagram es @88leonidas.   

Ana también es mentora de dos jóvenes que asisten regularmente a su taller porque desean aprender el oficio. “Con lo que tengo las voy ayudando. Me gustaría que aprendan porque pueden integrarse al trabajo para hacer más cosas”, concluyó.